Brian Duffy (Irlanda, 1933 – 2010), consigue su primer encargo para el Sunday Times, y en ese mismo 1957 empieza a trabajar en Vogue y en 1961 para Elle France donde realiza su mejor trabajo. Junto a Bailey y Donovan, «La Trinidad Negra», reinan en una nueva era donde el fotógrafo es la estrella. Las imágenes de Duffy documentan la energía de la escena del «swinging London» de los 60, siendo sus retratos de estrellas del rock, actores, modelos, escritores y políticos testimonios del dinamismo cultural del momento en el que fueron tomadas. Es uno de los pocos fotógrafos que realizan dos calendarios Pirelli, en 1965 y 1973, y alcanza gran fama comercial con sus campañas para Benson & Hedges y Smirnoff. Asimismo, destaca su gran aportación a la iconografía musical de la época con la creación de la icónica portada de «Aladdin Sane», de David Bowie; artista junto al que haría también trabajos posteriomente como «Scary Monsters» o «The Lodger». En 1979 Brian Duffy decide dejar la fotografía y quema todos sus negativos y diapositivas poniendo el punto final a una carrera en una disciplina de la que sentía que ya había dicho todo lo que tenía que decir.